¿Cómo dividir estancias?
Los espacios tipo loft, que comenzaron a adquirir cierto protagonismo hace un par de décadas en España (mucho antes, en los años 50, en Estados Unidos), siguen teniendo mucho atractivo, sobre todo entre los más jóvenes. Por un lado, por su toque informal, por otro, porque generan una mayor sensación de amplitud, de libertad… Además, permiten que la luz natural llegue a cualquier rincón de la vivienda y ofrecen una mayor flexibilidad a la hora de plantearse una redistribución del espacio.
Sin embargo, también tienen algún pero frente a la división tradicional por medio de tabiques. Fundamentalmente tres: La poca intimidad, la imposibilidad de ocultar ciertos espacios y las dificultades que genera la falta de divisiones a la hora de mantener actividades paralelas, principalmente por problemas acústicos.
Para aprovechar todos los beneficios de una distribución libre y evitar esos pequeños aspectos negativos que puede acarrear, la solución perfecta no es otra que utilizar paneles móviles para dividir los espacios según las necesidades.
“Su gran versatilidad nos permite separar totalmente las estancias en ciertos momentos del día, y volver a unirlas en otros”, comenta el equipo de diseñadores de interiores de ICONNO. “Además, podemos embutir las guías en los techos y los paneles en las paredes, de modo que, cuando se abren, desaparecen por completo”, añaden.
Y no hay que olvidar los diseños exquisitos que los convierten en un elemento decorativo más: “de hecho, en ocasiones, los clientes prefieren que los paneles no desaparezcan al abrirlos, sino que queden sobre las paredes casi como si se tratara de piezas de arte”.
Pueden hacerse a medida, ser más o menos transparentes, se fabrican con materiales nobles: aluminio, vidrio, maderas… pero… ¿son todos idóneos para cualquier división?
“Todos son buenas opciones, pero hay ciertas características que hacen que algunos sean mejor elección que otros para ciertos espacios”. Los interioristas de ICONNO analizan las transiciones principales dentro de una vivienda y nos explica por qué elegir unos tipos de paneles u otros en cada caso.
Salón-cocina
En el caso del salón-cocina, por ejemplo, una muy buena elección es el modelo Soho de la firma italiana Rimadesio. Tanto el acabado de la estructura como el vidrio pueden elegirse a gusto del cliente, entre una amplia gama de cerca de 70 opciones. Mi consejo es que se opte siempre por una estructura que armonice con las ventanas y el mobiliario de la cocina (sea en metal o madera). En cuanto al vidrio, la mejor opción es decantarse por un vidrio reflectante. Así, cuando la cocina esté apagada, actuará como un espejo, evitando que se vea el interior y, cuando esté encendida, permitirá vislumbrar lo que ocurre dentro, generando un interesante juego de planos.
Otra solución bastante atractiva consiste en incorporar una malla metálica entre vidrio y vidrio que matice, dejando entrever.
En lo referente a la composición: se puede elegir entre un panel, dos o tres.
Otra buena opción para la división salón-cocina es el modelo Sail, cuya palillería vertical impide ver lo que hay al otro lado, mientras deja pasar la luz.
Todo depende de hasta qué punto se quiera ocultar el espacio cuando los paneles están cerrados.
Dormitorio-vestidor
La primera pregunta que hay que hacerse a la hora de decidir qué panel colocar entre el vestidor y el dormitorio es: ¿estará el vestidor siempre perfecto? Hay personas a las que les encanta que todo esté impecable y tener las prendas a la vista, pero hay otras que prefieren despreocuparse.
En el primer caso, una opción es no incorporar ningún tipo de separación, otra, elegir un panel ligero, como el Soho, con vidrio transparente.
Sin embargo, en el segundo caso, sin duda, los modelos más adecuados serían el Sail o el Daimon, con palillería vertical y horizontal. Y nunca recurriría al vidrio opaco, que acaba convirtiendo el panel en un tabique al no dejar pasar la luz.
SALÓN-COMEDOR
En el caso de la separación entre salón y comedor mi sugerencia es decantarse por paneles muy transparentes y llamativos. El uso de cuarterones es interesante en estos casos. El modelo Maxi, de Rimadesio, es mi favorito para esta transición. Y, sin duda, no lo ocultaría, sino que permitiría que, al abrirse, los paneles permanecieran visibles como dos cuadros delimitando el acceso al comedor.
BAÑO-DORMITORIO
En este último caso, más que por paneles, me decantaría por puertas correderas. Si es necesario permitir el acceso de luz natural al baño, optaría por una puerta con vidrio al ácido, que permita el paso de la luz, pero oculta la imagen. Si esto no es imprescindible, entonces me decantaría por vidrios opacos texturizados que protejan totalmente la intimidad, mientras aportan elegancia y diseño. Las opciones más exquisitas entre este tipo de vidrios son el vidrio ondulado Sáhara y el diamante.
